Eficiencia energética: los hechos claros
Esto es lo que necesitas saber sobre la eficiencia energética y cómo puedes ayudar a salvar el medio ambiente—y ahorrar dinero—al mismo tiempo.
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¿Contribuir a la lucha contra el cambio climático es tan fácil como cambiar una bombilla? Es cierto que frenar el calentamiento global y el aumento del nivel del mar es obviamente más complicado que cambiar las bombillas LED de bajo consumo. Pero la eficiencia energética es una herramienta importante—y a menudo infravalorada—para reducir la contaminación y los desperdicios. Al fin y al cabo, la eficiencia energética es el mayor recurso energético de los Estados Unidos, y ha hecho más por satisfacer las necesidades energéticas del país que el petróleo, el gas y la energía nuclear en las últimas cuatro décadas.
¿Qué es la eficiencia energética?
La eficiencia energética aprovecha la tecnología para ayudar a evitar o reducir el desperdicio de energía, de modo que puedas encender las luces, conducir o lavar la ropa, y así consumir menos energía al hacerlo. (Del mismo modo, la conservación de la energía también consiste en un uso más inteligente de la misma, pero se basa en que las personas reduzcan las actividades que consumen energía, como apagar las luces, conducir menos o utilizar los electrodomésticos con menos frecuencia).
¿Por qué es importante utilizar menos energía?
Consumir menos energía es bueno para el bolsillo (más información al respecto en los consejos para ahorrar energía a continuación) y para la economía en general. Gracias a las medidas de eficiencia, el consumo de energía en los Estados Unidos es aproximadamente el mismo que hace más de 20 años, aún cuando la economía no ha dejado de crecer. Una mayor eficiencia también puede aliviar la presión sobre la red eléctrica y las infraestructuras.
Al reducir la cantidad de energía necesaria para determinadas tareas, la eficiencia energética también es buena para el planeta. Puede ayudar a reducir la contaminación del aire y el agua de las centrales eléctricas de carbón y gas y evitar impactos negativos en ecosistemas críticos.
Reduce la contaminación por carbono
Aumentar la eficiencia energética de edificios, vehículos, electrodomésticos y equipos es una forma barata y de bajo impacto para reducir a gran escala la contaminación climática, incluidas las emisiones de dióxido de carbono (CO2). De hecho, necesitamos una adaptación generalizada de la eficiencia energética para reducir las emisiones al ritmo y la escala necesarios para llegar a cero emisiones netas y combatir el cambio climático.
Desde su creación en 1992, la etiqueta Energy Star de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) ha sido la regla de oro para identificar los electrodomésticos, edificios y equipos más eficientes desde el punto de vista energético. La EPA calcula que el programa ha reducido la contaminación por carbono en 4 mil millones de toneladas métricas, al tiempo que ha ahorrado 500 mil millones de dólares en las facturas de energía de los hogares.
Crea empleos
En 2022, más de 2,1 millones de estadounidenses tendrán trabajo en el sector de la eficiencia energética. Con mayores inversiones, como las de la Ley de Reducción de la Inflación, ya podemos ver nuevas posiciones laborales en investigación, producción, instalación y ventas. Y como parte de la misma ley innovadora sobre el clima, el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE por sus siglas en inglés) ha anunciado 150 millones de dólares en financiación para que los estados entrenen y apoyen a los contratistas de eficiencia energética residencial.
Reduce la factura eléctrica
El hogar promedio estadounidense gasta unos 2.000 dólares al año en alimentar aparatos electrónicos, calentar y enfriar espacios, calentar agua y mantener las luces encendidas. Los electrodomésticos de bajo consumo pueden ahorrar a las familias cientos de dólares al año en facturas de servicios públicos. En muchos casos, este ahorro a largo plazo puede compensar cualquier diferencia de precio entre los electrodomésticos eficientes e ineficientes.
Los ahorros de los costos derivados de la eficiencia energética son especialmente importante para los hogares rurales y urbanos con bajos ingresos, así como para los inquilinos, que suelen tener una mayor carga energética‒la proporción de sus ingresos que se gasta en energía‒que los hogares con mayores ingresos (en parte debido a la falta de climatización).
Mejora la calidad de vida
La eficiencia energética también puede ayudar a vivir mejor y más tiempo. Según un informe, reducir el consumo nacional de energía en un 15 por ciento durante un año mediante medidas de eficiencia podría ayudar a salvar seis vidas estadounidenses al día y evitar hasta 20 mil millones de dólares en problemas relacionados con la salud. Cuando las centrales eléctricas queman carbón, petróleo y gas natural, liberan diminutas partículas en el aire que respiramos; estas partículas están relacionadas con el asma, los ataques al corazón y el cáncer de pulmón. Dentro de una casa, la ventilación y la climatización ineficientes también pueden contribuir a las enfermedades respiratorias. La eficiencia energética puede incluso mejorar el bienestar en la vida cotidiana, algo que quizás no se tenga en cuenta en la mayoría de las estadísticas de beneficios.
Fortalece la independencia
A mayor escala, la eficiencia energética mejora la seguridad energética no sólo al hacer que nuestra red eléctrica sea más resiliente, sino también al hacer que el país dependa menos de fuentes extranjeras de combustibles fósiles y de los minerales críticos utilizados en las baterías.
Consejos para ahorrar energía
¿Listo para unirte a la revolución de la eficiencia energética? No dejes de consultar nuestra guía del consumidor para saber cómo aprovechar los últimos créditos fiscales y reembolsos para hacer cambios grandes y pequeños, como se detalla a continuación.
Se inteligente con el uso de la energía
Empieza por lo más sencillo: apaga los aparatos electrónicos cuando no los utilices, ajusta la configuración del televisor, la temperatura y los temporizadores. Localiza los “vampiros energéticos” que consumen electricidad incluso cuando están inactivos.
Compra electrodomésticos eficientes con la etiqueta Energy Star
Sustituir los electrodomésticos viejos por modelos de bajo consumo puede ahorrar a un hogar promedio 450 dólares al año. La etiqueta Energy Star, un programa voluntario gestionado por la EPA y miles de socios, se puede encontrar en más de 75 tipos de productos, incluidos electrodomésticos, iluminación y aparatos electrónicos para el uso doméstico.
Por ejemplo, un refrigerador nuevo con la etiqueta Energy Star consume un 35 por ciento menos de electricidad que uno que esté llegando al final de su vida útil actual (unos 15 años). Las lavadoras Energy Star consumen un cuarto menos de energía y un tercio menos de agua que los modelos estándar, con lo que se reduce otro gasto de servicios públicos.
Los consumidores obtienen una doble ventaja, porque los electrodomésticos de bajo consumo, como refrigeradores, hornos y lavavajillas, son cada vez más asequibles.El sitio web de Energy Star puede incluso indicarte los descuentos disponibles en tu área.
Calienta y enfría eficientemente
Los hogares estadounidenses gastan un promedio de 900 dólares al año sólo para mantener su casa a una temperatura agradable. Pero tomar medidas como invertir en bombas de calor, aires acondicionados y unidades centrales de aire acondicionado con la etiqueta Energy Star puede reducir esas facturas de energía unos 160 dólares o más.
Las bombas de calor eléctricas super eficientes son una opción más limpia y asequible para calentar y enfriar hogares y empresas, sobre todo allí donde lo habitual son los hornos de gasóleo y propano. Las bombas de calor mantienen la casa fresca cuando hace calor al eliminar el calor no deseado de su hogar y dirigiéndolo al exterior. Cuando se desea mantener la casa caliente, el mismo aparato puede ponerse en marcha a la inversa.
También las hay de distintas formas, dependiendo de la configuración de su casa: una bomba de calor central, por ejemplo, sustituye a un aire acondicionado central, se instala en el mismo lugar y utiliza los mismos conductos de aire y termostatos.
A medida que el cambio climático exacerba las condiciones meteorológicas extremas, cada vez más personas se deciden a comprar su primer aire acondicionado. En realidad, este es el mejor momento para comprar una bomba de calor que pueda sustituir tanto a su aire acondicionado como a su caldera y ayudarle a reducir su factura de servicios públicos.
Dado que los hogares y las oficinas representan el 13 por ciento de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero del país, tú también contribuirás a frenar los efectos del cambio climático al reducir el uso de combustibles fósiles. Otras ventajas son un aire más limpio en el interior de tu hogar y una menor presión sobre la red eléctrica de tu zona, especialmente durante las olas de calor. Así que, aunque el costo inicial de una bomba de calor puede ser ligeramente superior al de un aire acondicionado estándar sin función de calefacción, los beneficios a largo plazo hacen que sea una inversión que merece la pena para tu bolsillo y para el medio ambiente.
Además de cambiar los electrodomésticos principales, muchos hogares también han instalado termostatos inteligentes para un mayor control—y ahorro. Incluso los actuales ventiladores de techo con lámparas y etiqueta Energy Star son mucho más eficientes que las unidades convencionales. (Los ventiladores de techo pueden hacer que una habitación se sienta más fresca al utilizar sólo una fracción de la energía de un aire acondicionado central).
Por último, mantener la casa fresca en verano y caliente en invierno requiere mucho menos energía si está bien sellada contra los elementos. Considera la posibilidad de consultar a un profesional de la climatización para que detecte las corrientes de aire, de ponerte en contacto con la empresa de suministro o la administración local para realizar una auditoría energética, o de hacerlo tú mismo. Y entonces, añade aislamiento donde lo necesites.
Calienta el agua con más eficacia
Los calentadores de agua de todo tipo, aunque no suelen estar en primer plano (sino más bien muy abajo, normalmente en el sótano o en el espacio angosto debajo de la casa), suelen consumir más energía que la cocina y la refrigeración en conjunto. Pero la tecnología de bomba de calor—la misma que puede calentar y enfriar su casa—es también la forma más eficiente de obtener agua caliente para la ducha. Los calentadores de agua con bomba de calor son más eficaces que los calentadores de resistencia eléctrica y mucho más limpios que los calentadores de agua de gas y propano, ya que no emiten emisiones de gases de efecto invernadero ni toxinas como los óxidos de nitrógeno mientras están en funcionamiento.
Cámbiate a las bombillas LED
Hoy en día, la mitad de los hogares estadounidenses se iluminan con bombillas LED eficientes. Y con las últimas normas federales para las luces, el DOE espera que los consumidores de todo el país ahorren casi 3 mil millones de dólares al año en sus facturas de servicios públicos, al tiempo que reducen las emisiones de carbono generadas por la producción de electricidad.
Eficiencia energética: para hoy y para mañana
Para ayudar a los consumidores, el NRDC trabaja desde hace tiempo en la creación y defensa de normas estatales y federales de eficiencia energética para edificios y electrodomésticos, colabora con las ciudades para reducir el desperdicio de energía en los grandes edificios, anima a las empresas de servicios públicos a promover la eficiencia y presiona para que se introduzcan mejoras de eficiencia en los códigos de construcción. Por tu parte, al buscar formas de reducir tu consumo personal de combustibles fósiles, tu también puedes contribuir a crear un futuro energéticamente eficiente que mejore la salud de las personas y del planeta.
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