Formas sencillas de ahorrar energía en el hogar
Cuando se trata de combatir la contaminación del aire y el cambio climático tomar acción a nivel estatal y federal ciertamente es importante para efectuar un cambio verdadero. Pero también lo son pequeñas acciones que usted, personalmente, puede llevar a cabo diariamente en su hogar. Estos hábitos sencillos, pequeñas mejoras al hogar y consejos de compras “inteligentes” pueden redundar en un ahorro energético considerable con el paso del tiempo.¿Escéptico? Pruébelo. Deje que su factura de electricidad hable por sí sola.
1. Apague las cosas.
Esto no solo quiere decir que apague la luz cuando salga de una habitación. (Aunque eso también es importante). También debe asegurarse que su televisor, ordenador, consolas de videojuegos, cajas del cable y grabadoras de video digitales estén apagados totalmente cuando no las esté usando activamente, o desconectados del todo si se iluminan o consumen energía aun cuando están apagados. Los cargadores de teléfonos celulares, tabletas y otros aparatos inalámbricos utilizan pequeñas cantidades de energía aun cuando no están cargando. Conéctelos a un enchufe múltiple si los utiliza con regularidad, de manera de poder apagarlos fácilmente.
Los ordenadores también pueden ser colocados en modo de dormir o hibernar, lo cual usa mucha menos energía que cuando están en uso; programe el suyo para que lo haga automáticamente pasados unos 10 a 15 minutos de inactividad. Y olvídese de los protectores de pantallas; no son necesarios para proteger las pantallas modernas y es mucho más eficiente programar su monitor para que se apague cuando no está en uso.
2. Compre bombillas más eficientes.
Una bombilla de diodo electroluminiscente, mejor conocido como LED, cuesta tan poco como $5.00 en las tiendas de mejoras al hogar, y le puede ahorrar más de $100.00 durante su vida útil. Las LED utilizan hasta un 85% menos de energía para proveer la misma cantidad de luz que las incandescentes y, además, vienen de muchas variedades, distintos colores e intensidades. Las puede conseguir que enciendan en su brillantez total instantáneamente y funcionan con atenuador de luz. Infórmese sobre si su proveedor de servicio energético ofrece descuentos por utilizar de bombillas enérgicamente eficientes, lo cual disminuiría aún más su costo.
3. No utilice más energía de la que necesita.
No prenda su lavaplatos cuando no esté llena; programe su lavadora al nivel de agua apropiado y lave la ropa —excepto la muy sucia— en agua fría. Ponga el refrigerador en una temperatura entre 28 y 42 grados Fahrenheit y el congelador entre 0 y 5; asegúrese de que ambos sellen bien. (Si un billete colocado en la puerta es fácil de sacar halándolo, reemplace los sellos).
La secadora de ropa es una de las cosas que gasta más energía en el hogar, con frecuencia utilizando tanto como un refrigerador, lavadora de platos y lavadora de ropa combinados. Seque la ropa al aire libre cuando sea posible, y cuando use su máquina, asegúrese de limpiar el filtro después de cada uso, utilice el ciclo de secado automático o de sensor de humedad y no añada artículos mojados a una carga que esté parcialmente seca.
4. Afine las preferencias del televisor.
Aunque los televisores de alta definición de hoy en día utilizan alrededor de un 60 por ciento menos de energía que los anteriores, algunos de los modelos listos para internet consumen energía en exceso después de haber sido apagados, gracias a la modalidad de encendido rápido la cual permite iniciar unos cuantos segundos más rápido. Inhabilite esa opción en sus preferencias. Y mientras este allí, vea si su televisor tiene un sensor de control automático de brillantez o ABC, por sus siglas en inglés, el cual ajustará la brillantez de la pantalla conforme al nivel de luz en la habitación. Como la mayor parte del consumo televisivo ocurre en horas de la noche esto puede marcar una gran diferencia en el consumo de energía.
Si desea ver películas y utilizar servicios como Netflix o YouTube, considere comprar un televisor listo para internet o añadir un equipo como Apple TV, Google Chromecast, o Roku, los cuales usan muy poca electricidad. Evite la descarga de videos a través de consolas de juego como PlayStation o Xbox, las cuales utilizan hasta 30 veces más energía. (Si usa una consola de juegos con regularidad, al menos prográmela al modo de apagar automáticamente.)
5. Mida su electricidad.
Un monitor de electricidad, tal como Kill a Watt Meter, mide cuánta energía utiliza cada equipo en su hogar, cuando este encendido u ostensiblemente apagado. Estos típicamente cuestan menos de $30 en las tiendas de mejoras al hogar, pero pueden proveer muchos momentos iluminantes. Por ejemplo, uno que le demuestre que su caja de DVR de su compañía de cable o satélite, apagada, aun consume alrededor de 20 watts de electricidad, aunque usted no esté viendo o grabando nada.
6. Rellene las grietas.
Si sumara todos los huecos alrededor de las ventanas y puertas de la casa promedio estadounidense, tendría el equivalente a un hoyo de 3 pies por 3 pies en la pared. Cierre estos espacios con macilla, rellenos y coberturas para evitar escapes de aire. Impida las fugas de aire caliente o frío, mediante la instalación franjas aislantes bajo las puertas.
Podría también beneficiarse de mejor aislamiento en su buhardilla, bajo los pisos, alrededor de los calentadores de agua, tuberías y en semisótanos. Algo tan sencillo como reemplazar ventanas viejas o cubrir pisos con alfombras puede marcar una gran diferencia. Pregúntele a su proveedor de utilidades si provee auditorías de energía gratis, en las cuales un profesional evalúa su hogar y le hace sugerencias sobre mejoras, o visite la sección de Mejoras al Hogar de EnergyStar.gov.
7. Compre más inteligentemente.
Muchos de los enseres de hoy día usan la mitad de la energía que aquellos de hace 20 años. Si está en el mercado, busque productos con la etiqueta Energy Star. Estos típicamente usan de un 10 a un 40 por ciento menos de energía que otros modelos nuevos. Algunas compañías eléctricas y hasta gobiernos estatales ofrecen descuentos a consumidores en los modelos aprobados por Energy Star.
¿Va a un nuevo ordenador? Tenga en mente que los ordenadores portátiles usan significativamente menos energía que las versiones de escritorio y pueden enlazarse a monitores exteriores y teclados cuando desea tener la experiencia de pantalla grande. ¿Va a remodelar el baño? Reemplace su ducha vieja con los nuevos diseños de menos presión de agua para evitar perder por el desagüe un exceso de agua caliente (y la energía que toma calentarla).
8. Escoja energía renovable.
Si puede escoger su proveedor de energía, escoja uno que utilice recursos de energía renovable, como la solar, eólica, hidroeléctrica de bajo impacto o geotermal. En algunos estados, en vez de escoger un suplidor de electricidad específico, tiene la opción de apoyar la energía renovable pagando una pequeña prima en su cuenta de electricidad. Pregúntele a su suplidor de electricidad qué opciones tiene disponible para usted.
9. Recicle sus equipos electrónicos.
Cuando compre enseres y equipos electrónicos eficientes, es importante disponer de los desechados de modo ecológico. Entregue aquellos que funcionan, como teléfonos, ordenadores portátiles y tabletas, a miembros más jóvenes de la familia, o vaya por internet y busque programas que le compren su equipo usado. Hay detallistas como Best Buy y Staples que cuentan con amplios programas de reciclaje en sus tiendas para enseres que funcionan y que ya no funcionan, y que aceptarán casi todo lo electrónico y lo reciclarán adecuadamente, libre de costo, independientemente de dónde lo haya adquirido inicialmente.
10. Ajuste la temperatura.
Aun si compra el acondicionador de aire, calentador o calentador de agua más eficiente del mercado, su ahorro de energía depende grandemente de sus propias configuraciones al usarlos. (¿Realmente tiene que tener el acondicionador de aire tan alto que le haga falta un abrigo?) Si su hogar le pertenece, invierta en un termostato programable; cuestan $100 o menos y pueden reducir su consumo energético desde un 20 hasta un 30 por ciento, o sea, un ahorro de $180 anuales, con sólo ajustar la temperatura durante el día.
Revise la temperatura fijada en su calentador de agua, ya sea eléctrico o de gas. Si está pautada más alto de lo que realmente necesita, está trabajando más de lo necesario y costándole a usted más dinero para mantener el agua caliente en todo momento. Si el agua caliente del grifo casi le quema la mano, tiene el calentador pautado demasiado alto.
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